En el ensayo anterior se precisó que la argumentación
de Pérez Gómez (2006) a favor de la perspectiva interpretativa-constructivista convalece
por la falta de una visión totalitaria de los fenómenos sociales,
particularmente de los educativos. Argumentaciones como éstas, han dado lugar a
supuestos muy discutibles como el que las investigaciones sociales solo puedan
realizarse con métodos cualitativos (Ramírez, 2014). Si partimos del supuesto que el mundo y sus diferentes realidades
se compone de relaciones complejas que apenas pueden ser entendidas con
nuestras modernas teorías, métodos e instrumentos, lo más sobrio es mantener
una posición humilde frente al mundo y reconocer las limitaciones de nuestros conocimientos
e instrumentos.
El trabajo de Ramírez (2014) representa un avance en el reconocimiento de la complementariedad
metodológica en la investigación educativa. Insiste en la corrección del común error
de pensar que lo cuantitativo es del dominio del positivismo-empirismo y lo
cualitativo excluye el análisis estadístico. Un ejemplo de este error es el que
aparece en los textos de investigación científica como el popular manual de Hernández Sampieri, Fernández
Collado, and Baptista Lucio (2006, p. 11). Para ello revisa las implicaciones de lo que es la ciencia, para
afirmar que el dato empírico es el punto de partida pero no el fin de la
investigación empírica. Que los datos empíricos, obtenidos cuantitativa o
cualitativamente, dependen de la teoría con que se interpretan. Y que los datos
empíricos obtenidos de los objetos o fenómenos no son el único elemento para
construir teorías, sino que también contamos con teorías que dan lugar datos
empíricos sin paralelo en la realidad observable. En suma, es importante partir
de la teoría para acercamos a los problemas educativos, ante los cuales tenemos
que instrumentar los métodos más adecuados de forma rigurosa.
Para enlazar con lo dicho en el anterior ensayo,
cabe insistir en que es más importante preocuparse por el conocimiento de la totalidad
de la realidad educativa, que en solo uno de sus paradigmas de investigación.
Así, se precisa de un concepto de ciencia más amplio que el circunscrito a un objeto
y métodos de estudio, como ocurre con las modernas disciplinas. El campo de la
educación solo puede ser comprendido atendiendo sus múltiples realidades,
significados, modelos, etc. Así, la ciencia de la educación tendría que articular
modelos de sentido que comprendan y expliquen la red de objetos y fenómenos que
definen la formación humana. Y para esto no es suficiente tomar partido de un
método o paradigma de investigación.
Referencias:
Hernández Sampieri, Roberto, Fernández Collado,
Carlos, & Baptista Lucio, Pilar. (2006). Metodología de la investigación (4ta. ed.). México D.F.: McGraw
Hill Interamericana.
Pérez Gómez, Ángel. (2006). Producir conocimiento
en el campo de la educación. Modelos y paradigmas para pensar la
investigación. In Ángel Pérez Gómez, Tulio Ramírez, Alejandra Fernández,
Sary Calonge, Carlos Blanco, Gilberto Graffe, & Manterola Carlos (Eds.), La aventura de investigar: Experiencias
metodológicas en educación. Caracas: Santillana.
Ramírez, Tulio. (2014). El uso de técnicas
cualitativas y cuantitativas en la investigación social: Una reflexión y una
experiencia. In Audy Salcedo (Ed.), Estadística
en la Investigación: Competencia transversal en la formación universitaria
(pp. 23-44). Caracas: Programa de Cooperación Interfacultades.
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